Cosas raras vistas en travesía de Vilanova a Andraitx

12.07.2021 16:44

 

Desde hace un tiempo, excepto en el 2020, tres amigos solemos hacer una navegación al año para gozar del mar, la vela y la amistad. Este año, Francesc, Albert y yo, hicimos la travesía desde Vilanova i la Geltrú a Andraitx (Mallorca) y vuelta, unas 230 millas en total. Esta vez la hicimos en el velero de Francesc, un Puma 38 con 45 años a cuestas, lo que no es mucho comparado con nuestra edad ─69─.

Salimos de Vilanova el viernes 9 de julio a las 16:00 horas. Enseguida estuvimos navegando con mayor en el primer rizo y 2/3 de génova contra un garbí bien establecido, con mucha escora y una velocidad entre 5,5 y 6,5 nudos (vídeo).

Según avanzaba la tarde, el viento fue amainando hasta que, tras la puesta de sol, quedamos encalmados. Enrrollamos el génova y arrancamos el motor. A 1600 revoluciones navegábamos a una velocidad de entre 5 y 6 nudos.

Durante el crepúsculo, a unas 30 millas de la costa, vimos dos grandes buques (un carguero y un petrolero en lastre), aparentemente, a la deriva o fondeados. Cuando se hizo de noche vimos que estaban fondeados pues exibían la luz de proa de fondeo y toda la cubierta iluminada. Más tarde vimos un velero con las luces de navegación a motor, pero también con la luz blanca de fondeo todo horizonte, probablemente un despiste de su patrón. Unas horas más tarde, durante mi guardia, nos cruzamos con otro velero con sus luces de posición y alcance y una luz blanca todo horizonte ¡intermitente! a tope de palo. Creo que es intolerable que los barcos exiban luces no comprendidas en el Reglamento Internacional para la prevención de Abordajes, pues ello puede ser motivo de, precisamente, abordajes u otro tipo de accidentes. No es la primera vez que veo veleros o lanchas exhibiendo luces antireglamentarias. La Guardia Civil del Mar debería emplear el mismo celo  que demuestra al reprimir la exhibición de banderas no constitucionales ─que no suponen peligro para la navegación─ para evitar la exhibición de luces engañosas y antireglamentarias peligrosas para la navegación.

A las 05:30 comenzó a clarear y antes de las 06:30 salió el sol. Aproximadamente a las 07:30 comenzó a verse la Serra de Tramontana de la isla de Mallorca y una hora más tarde ya pudo distinguirse la isla de Dragonera (vídeo).

Pasamos por el Freu de Dragonera, entre el islote Mitjana y Mallorca, el tráfico de embarcaciones de recreo era considerable. El derrotero dice que pasando por este canal a unos 100 metros del islote se registran unos fondos mínimos de 12 metros, cuando lo cierto es que la sonda nos indicó un pequeño tramo de 9,5 metros.

Las minúsculas calas de la costa este de Dragonera, las del entorno de la isla Pantaleu y las del norte de Andraitx estaban atestadas de lanchas y algunos veleros. Entramos en Andraitx sorteando cayaks, motos de agua, lanchas y otros artefactos.

Pasado el mediodía atracamos en la gasolinera de la marina para repostar gasoil. Después atracamos de punta en el extremo del muelle de Ports de les Illes Balears. No habíamos solicitado atraque, pero supusimos que nadie nos molestaría hasta después de comer. Comimos plácidamente a la sombra del bimini, el calor era considerable, pero de vez en cuando una brisa lo hacía más soportable. Después siesta o paseito por tierra. A las cuatro apareció un funcionario de Ports IB que amablemente nos permitió quedarnos una hora más. De pasada decir que nadie nos pidio que mostráramos el Certificado Covid Digital de la EU y que las banderas de los barcos atracados en la marina, los amarrados en el campo de boyas y los fondeados en el exterior eran mayormente británicas y alemanas.

Zarpamos sobre las cinco. Una vez dejado atras el Freu de Dragonera, que pasamos por el mismo lugar, detuvimos el motor y, previo amarre de un largo cabo de seguridad, nos dimos un placentero baño en ese mar azul. A continuación izamos la mayor y el génova.

Navegamos con el viento a unas doce o trece cuartas por la aleta de babor a entre 6 y 7 nudos (vídeo).

La puesta de sol no estuvo mal tampoco (vídeo). Eolo se mostro amable y pudimos disfrutar de la navegación a vela hasta las dos de la madrugada. A esa hora se fue a dormir y tuvimos que arrancar el motor.

Al hacerse de día volvimos a ver a los dos mercantes supuestamente fondeados. Esta vez estaban a unas 26,5 millas de la costa y pudimos ver a otros dos en las cercanías ─era domingo─. Pasamos muy cerca del petrolero de 112.000 toneladas y bandera de las Islas Marshall «Seacalm» y comprobamos que no estaba fondeado. Es decir que a la ida tampoco lo estaba a pesar de las luces que exhibía ¿? Había derivado 3,5 millas, lo que concuerda con el viento que sopló en 36 horas. Es posible que al derivar menos de 0,1 millas por hora, esos buques se señalaran como fondeados.

Pasadas las nueve de la mañana vimos tierra.

Alrededor de las once atracamos en el CNV.

Román Sánchez Morata, 12 de julio de 2021

 

Una travesía accidentada o Los motores los carga el diablo