Naufraga un velero polaco en La Graciosa

08.10.2020 19:50

 

Un catamarán polaco naufragó en la madrugada del día 6 de octubre cerca de Punta Corrales en la isla canaria de La Graciosa.

El catamarán, con una eslora de 8,5 metros, estaba tripulado por el patrón, Piotr Przezdziecki (geólogo marino jubilado de 65 años) y su esposa Jola.

Zarparon del puerto polaco de Gdansk el verano de 2019 hacia el sur. Tras acceder al Mar del Norte, cruzaron Francia por canales hasta salir al Mediterráneo. Tras hacer escala en diversos puertos de las Baleares y la Costa Española, llegaron a Ceuta. El día 29 de septiembre de 2020 zarparon de este último puerto con rumbo a La Graciosa, a donde llegaron el día 05 de octubre a las 23:30 aproximadamente. Intentaron atracar y el vigilante nocturno les dijo que el puerto estaba cerrado hasta la mañana siguiente y que debían marcharse. Discutieron con el vigilante y le explicaron que necesitaban descansar (tras una travesía de 7 días) y arreglar la reversa de su motor. El vigilante les contestó, que de ninguna manera podían atracar y les conminó a marcharse.

Desanimados, cansados y nerviosos salieron del puerto con rumbo a la Playa de la Francesa donde pretendían fondear. Salieron deslumbrados con las luces del puerto y se adentraron en la negra noche, pues no había salido la luna. Como desconocían la costa, pasaron demasiado cerca de ella y embarrancaron en la restinga que proyecta la Punta de los Corrales (a unos 250 metros de la bocana). Las olas lo desplazaron más hacia tierra, hasta quedar varados sobre las rocas (aproximadamente a las 01:00 del día 06). Lanzaron por VHF un mayday, que nadie escuchó, ni atendió. A continuación lanzaron dos cohetes y prendieron una bengala. Varios vecinos acudieron en su ayuda e intentaron empujar el barco hacia aguas más profundas, sin conseguirlo. Una hora más tarde se hizo un agujero en uno de los cascos y sobre las 02:30 los vecinos llamaron a emergencias y estos se los llevaron al ambulatorio de la isla donde los atendieron, a él con hipotermia y a ella con una crisis nerviosa. La médico y el enfermero despertaron a la concejala delegada por La Graciosa y ésta los alojó en la antigua Casa de los Maestros (actual dependencia de los desplazamientos de la Guardia Civil).

A las 9 de la mañana del mismo día, volvieron al lugar del naufragio comprobando que uno de los cascos estaba totalmente desfondado.

A continuación vaciaron el barco de todo lo posible con la ayuda de los vecinos y las autoridades. Piotr pensó que alguien había robado su ordenador portátil (este apareció en el agua días más tarde). Tras varias horas de permanencia en el agua, el patrón volvió a acudir al ambulatorio, aquejado de hipotermia.

Pido perdón por cualquier error en el relato, porque mi inglés no es muy bueno y el del náufrago todavía es peor.

Tenemos noticias de que Puertos Canarios no admite atraques, a no ser que se haya reservado previamente por correo electrónico o por teléfono.  También sabemos que los principales puertos de llegada de los veleros que llegan de la Península son: Las Palmas de Gran Canaria, Arrecife de Lanzarote y La Graciosa (siendo esta última la más cercana). Entendemos que esta norma de Puertos Canarios no debería aplicarse al puerto de la Caleta del Sebo pues navegando a vela, nunca sabemos el tiempo que se empleará en la travesía, que puede estar entre 5 y 12 días, con lo que es prácticamente imposible reservar fecha de llegada. Por otro lado, justamente ese día a las 03:00 se decretó situación de alerta por lluvias en toda la Comunidad Autónoma. En estos casos, todas las embarcaciones deben dirigirse al puerto de refugio más cercano, lo que hace todavía más incomprensible la prohibición de atracar. Por otra parte, hemos contado más de 25 amarres vacios.

La intención original de los náufragos era estar un año por las islas, pero después de esta tragedia, no sabemos cuáles son sus proyectos. Les deseamos toda la suerte del mundo y nos solidarizamos con su desgracia.

Debemos hacer constar aquí que la Cofradía de Pescadores colaboró en el rescate de los elementos recuperables de la embarcación y su almacenamiento. 

R.S.M. 8-10-2020